Y llego el día mas esperado, mas anhelado del año, las
ayudantias, tenia miedo, incertidumbre por el solo hecho de no saber como me
iban a recibir los demás docentes que
conformaban la institución y los propios alumnos de los cursos.
Cada día que llegaba me cruzaba con diferentes profesores que me hacían sentir a gusto y uno
más de ellos brindándome el apoyo y haciendo más fácil mis primeros pasos como
futura docente.
Realizar este recorrido me permitió conocer las realidades
que se vivencian en el aula, identificar las formas de enseñar, los métodos
utilizados, la relación docente alumno, analizar el clima del aula y la
posibilidad de relacionarme, estar mas
en contacto con los alumnos desde un lugar mas activo.
Al principio ante situaciones que se presentaban en las
clases me era difícil conocer el rol que debía ocupar y me pasaba de ir a las
ayudantias y tener que explicarles a los alumnos algún tema que no lo he visto
o no lo tenia bien afianzado.
En ese pequeño periodo
dentro de la escuela reconocí en mi, ciertas debilidades: el no poseer
suficientes conocimientos sobre ciertos
temas y no saber como actuar; el miedo a que los alumnos pierdan el respeto
hacia mi persona o me desautoricen; mi inseguridad y mi falta de confianza para
enfrentarme por primera vez ante el
alumnado.
También tuve mis fortalezas: el hecho de que si bien soy
tímida me pude relacionar y establecer un buen vinculo con los alumnos,
logrando el respeto, el afecto y una complicidad con los mismos; mis ganas de
aprender, de mejorar, mi tolerancia hacia las criticas, ya que todo aporta en
este proceso de aprendizaje; el ser responsable ante las tareas y la capacidad
de escuchar las demandas y las necesidades de los alumnos.
Estas ayudantias fueron muy productivas ya que no solo
ayude, sino que también por primera vez
tuve la oportunidad de dar
clases. En cuanto a las actividades, la
docente titular me propuso el tema y de
acuerdo al mismo, prepare diferentes juegos didácticos, porque me parecieron la
mejor opción para incentivar a los alumnos.
Los aspectos que más
me preocupa con respecto a mi desempeño en la práctica son: la
dificultad de imponer autoridad en algunas ocasiones; el hablar demasiado rápido cuando estoy dando las explicaciones y
la falta de herramientas para atender la atención de todos los alumnos.
Para finalizar esta
reflexión considero que como futura docente necesito voluntad, compromiso,
responsabilidad sobre la profesión.
En cuanto a las necesidades educativas, el docente en la
escuela debe atender a lo que la
realidad del mundo actual demanda, la formación en valores, la utilización
adecuada y responsable de las nuevas tecnologías, la motivación en los alumnos
y atender a la diversidad.
Por último, dos frases que definen mi concepción de
enseñanza:
“Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos
Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo
Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando
Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad
Enseñar exige saber escuchar”
Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo
Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando
Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad
Enseñar exige saber escuchar”
“No nací para ser un
profesor así. Me fui haciendo de esta manera en el cuerpo de las tramas, en la reflexión
sobre la acción, en la observación atenta de otras prácticas o de la práctica
de otros sujetos; en la lectura persistente y critica de textos teóricos, no
importa si estaba de acuerdo o no de acuerdo con ellos. Es imposible practicar
el estar siendo de ese modo sin una apertura a los diferentes y a las diferencias, con
quienes y con los cuales siempre es probable que aprendamos”
Paulo
Freire
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